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  • Sonam

    Miembro
    16 de octubre de 2023 en 21:34

    Hola, desde mi experiencia muchas veces he pasado por tiempos de celibatos también (hasta 3 años) y ha sido por elecciones de encausar mi energía hacia otras cosas, proyectos, formas de habitarme y también por no querer relacionarme de una manera superficial, carnal, animal. También tengo períodos que me conecto con mi naturaleza y no es que ande buscando con quién vincularme sexualmente, pero sí pongo mucha atención en un montón de cosas, principios o valores que para mi son importantes al momento de ir hacia esos espacios de compartirme. Con el tiempo he ido madurando muchos aspectos en como me relaciono sexualmente con otros, más allá de una energía o química que puede haber con un otro /a también observo qué nos podemos entregar energéticamente en un encuentro sexual, más allá del placer momentáneo. Entendiendo de como me estoy cultivando es también la energía que estoy atrayendo hacia mí, es decir, mi cuidado interno en todos los aspectos en el día a día son una parte fundamental para relacionarme más intimo desde lo sagrado, entendiendo que somos seres, almas, cuerpos sagrados y debemos tratarnos como tal… la vida en sí es sagrada, entonces desde la misma manera es como intento relacionarme siempre y eso viene desde el autoconocimiento y aprender a cultivarnos, que me gusta, como me siento de tal manera, que quiero, conozco mi placer, el autoplacer, etc y desde ahí ir a relacionarme con el ser encarnado en este cuerpo, que es mi templo, desde el respeto hacía mí y al otro.

    Si aún hay una memoria alojada en tu cuerpo y a ratos estás habitando el miedo, quizás podrías realizar terapia de liberación emocional, cierre de matriz, algún ritual que te haga sentido, con gemoterapia, huevos yoni, respiración ovárica, biomagnetismo, cantar algún mantra por 21-40 días… hay muchas formas que también ayudarán y darán claridad al momento de ir esos encuentros para que sean más sagrados, las prácticas energéticas Qigong (chi kung) y por supuesto la disciplina de la meditación.

    y desde lo ritual… es importante que ambas partes colaboren en estos encuentros, practicar la presencialidad, la receptividad sin expectativas del resultado, porque el encuentro no necesariamente tiene que llevarnos a un orgasmo o a la eyaculación, precisamente porque son espacios de tiempos más extendidos profundizando en las sensaciones corporales, masajes (me encantan), respiraciones, movimientos, bailes sensuales, saber que les provoca a ambos,… preparar ese espacio sagrado, velas, flores, aromas, plumas, aceites, música, comida, colores, todo lo más parecido a un ritual hermoso y siempre pensando que es un regalo para ambos ese disfrute.

    y lo último (me alargué un poquito) las experiencias compartidas con mdma o el cannabis en su medida justa, también llevan a ese compartir más empático y sentir profundo.

    Un abrazo.